¿Por qué invertir en mujeres da un mayor retorno sobre sus inversiones?

¿Qué se entiende por retorno? Tradicionalmente, los inversionistas se enfocan en medir los resultados financieros de las empresas para decidir qué tan exitosas son. Sin embargo, en las últimas décadas, la visión sobre retorno se ha transformado a nivel global, para incluir los resultados sociales y ambientales dentro de las evaluaciones de desempeño. Ya no es suficiente medir y reportar los indicadores financieros. Han surgido nuevos criterios como los ESG (Environmental, social and corporate governance), y nuevos referentes para alinear la estrategia y la visión de las empresas y comparar su actividad, como los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible); que han trazado una visión y metas específicas para los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil, en la búsqueda por erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos.

Desde esta perspectiva integral, es importante entender qué significa invertir con enfoque de género, pues esta estrategia permite recibir estos tres tipos de retorno. Las inversiones con enfoque de género son todas aquellas que intencionalmente se realizan en empresas o soluciones de propiedad de mujeres y/o lideradas por éstas, donde no solo se crean iniciativas para cerrar las brechas de género, sino que se diseñan productos o servicios para cubrir necesidades específicas de mujeres y niñas. 

Vivimos en una sociedad donde las brechas de género a nivel laboral, salarial y de inversión siguen siendo altas. En LATAM las mujeres reciben entre 10.6% y 22% menos ingresos que los hombres en puestos similares (Aequales, 2020). Adicionalmente, solo el 5% del financiamiento en América Latina y el Caribe se destina a empresas lideradas por mujeres. La pandemia ha profundizado estas desigualdades, por este motivo, es imperativo como organizaciones de impacto implementar el enfoque de género como estrategia transversal en las  actividades de la organización, porque invertir en mujeres no sólo tiene un mayor retorno económico, además, es un catalizador del impacto social y ambiental a nivel global. 


Retorno económico

1.1  La mujer como motor de crecimiento macroeconómico

El retorno económico de una inversión es de los principales indicadores que todo inversionista revisa al momento de tomar una decisión. En este contexto, invertir con enfoque de género se vuelve una decisión financieramente inteligente, ya que, según la OCDE (2016), una reducción del 50 % en la brecha de género en la participación laboral aumentaría el producto interno bruto (PIB) en un 6 % adicional antes de 2030, con otro 6 % de aumento si las diferencias se eliminaran por completo (Banco Mundial, 2015). Además, la inversión en mujeres es prioritaria para la recuperación de las consecuencias de la pandemia, al representar casi la mitad de la fuerza laboral y ser responsables de la mayoría de las decisiones de gasto en una familia.

1.2 La diversidad y la equidad de género generan rentabilidad

A nivel empresarial, según un estudio de McKinsey (2018) las empresas con diversidad de género tuvieron un aumento de la tasa interna de retorno (TIR) del 13% en relación con la mediana, y los equipos ejecutivos diversos tienen un 21% mayor probabilidad de superar al mercado en rentabilidad y 27% mayor probabilidad de crear valor.

Analizando los resultados de emprendimientos y startups, las iniciativas desarrolladas por mujeres generaron $0,78 dólares en ingresos más que las start-ups propiedad de hombres ( 2,5x (veces)), y las empresarias tienen menores tasas de fracaso que los empresarios durante la transición de sus empresas desde la etapa temprana hacia el crecimiento. Sin embargo, de acuerdo con MassChallenge y Boston Consulting Group (2018) en la búsqueda de capital en las etapas tempranas, las mujeres reciben menos apoyo que los hombres. Mientras iniciativas fundadas por mujeres logran rondas en promedio USD 935 mil, las startups fundadas o co-fundadas por hombres levantan en promedio USD 2.1 millones.

1.3 Las brechas persistentes en financiamiento, liderazgo y toma de decisiones

De acuerdo con UN Women, solo el 5% del del financiamiento en América Latina y el Caribe se destina a empresas lideradas por mujeres, lo cual confirma la información del IFC (2015), pues el déficit anual de financiamiento de pequeñas y medianas empresas de propiedad de mujeres en los mercados emergentes alcanza un valor entre US$260,000 millones y US$320,000 millones. Hay una gran brecha de financiamiento que los inversionistas tienen el potencial de cambiar (Banco Mundial, 2015).

Por otro lado, esta disparidad no es sólo en inversión, sino también en temas laborales. En la región solo el 34% de las juntas directivas tienen mujeres, las cuales ocupan sólo 37% de las posiciones C-Suite (UN Women, 2021). Si se quieren crear políticas y acciones para promover el desarrollo, es necesario involucrar a las mujeres en todas las instancias de toma de decisiones. Tener a mujeres en posición de liderazgo lleva a implementar con mayor éxito innovaciones disruptivas en el mercado (Díaz-García et al., 2013), a tener cadenas de valor más ágiles y con relaciones más fuertes, a identificar oportunidades de negocio más fácil y a tomar mejores decisiones, por todas estas razones invertir en mujeres da un mayor retorno económico.



Retorno social 

2.1 Impacto de la mujer en su círculo social, familiar y su comunidad 

En cuanto al retorno social, primero, es importante resaltar que las mujeres en países en desarrollo son parte fundamental en el bienestar de su círculo familiar y tienen un efecto multiplicador en sus comunidades. De acuerdo con Harvard Business Review (2011), las mujeres reinvierten en promedio el 90% de sus ingresos en sus familias, especialmente en salud, educación y nutrición, entre otras; a diferencia del 35% que invierten los hombres. Al mejorar el ingreso de las mujeres, con mayores oportunidades de acceso al mundo laboral, condiciones de financiamiento y capacitaciones, se incrementa el potencial para mejorar el bienestar social de familias enteras y sus comunidades, propiciando un círculo virtuoso, que impacta positivamente a países y regiones en desarrollo.

Además, empoderar a las mujeres en situación de vulnerabilidad, implica aumentar su asistencia a la escuela y retrasar el matrimonio, reduciendo su número promedio de hijos, lo que puede mejorar sus ingresos futuros, los de sus familias y por lo tanto, aumentar la riqueza de un país (PIB), rompiendo con los círculos de pobreza en que se encuentran muchas regiones (GLIS, 2021). Por eso, la mejor inversión que puede hacer una comunidad es en proyectos que promuevan la igualdad de género.


2.2 Cadenas de valor: Reducción de brechas y oportunidad de mercado 

Desde el punto de vista de las cadenas productivas en diferentes sectores industriales y comerciales, mediante el apoyo a mujeres proveedoras, las empresas pueden impulsar su competitividad ya que les proporciona una mayor diversidad y acceso a nuevos mercados, agregando valor a su cadena de suministro (GLIS, 2021). La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha afirmado que si las mujeres agricultoras tuvieran el mismo acceso a recursos financieros que los hombres, se podría salvar a 150 millones de personas del hambre (FAO,2016)

De acuerdo con un estudio de HBR (2009), las mujeres representan una oportunidad de mercado mayor a las economías de China e India, combinadas. Las mujeres controlan aproximadamente US$40 billones de dólares del gasto en consumo mundial, es decir, el 85% del gasto mundial de los hogares en 2020. Este tendencia se debe principalmente a la importancia de la figura o jefatura femenina en muchos hogares, donde éstas son responsables por el  70-80% de todas las compras incluyendo su consumo, el de su pareja, sus hijos y otras necesidades del hogar. 

Sin embargo, a pesar de que las mujeres influyen hasta en un 85 % en el consumo mundial y de que el 37% de las entidades en el sector formal pertenecen a mujeres, estas sólo reciben el 2% del capital de riesgo y en 2020 sólo un 8% de los fondos de inversión de impacto abordaron el ODS 5 (Igualdad de género) (The Transatlanticist, 2020; Phenix Capital, 2020). 

La intersección entre impacto social y económico se materializa en la gran oportunidad de mercado que representan las mujeres como clientas, para negocios enfocados en resolver sus necesidades, mejorando el acceso a servicios y productos especializados para ellas, y como emprendedoras y proveedoras, para las instituciones financieras y organizaciones que quieran financiar y apoyar sus proyectos productivos. 

Es un mercado desatendido que merece la atención de fondos, organizaciones privadas y de los hacedores de política pública. Cerrar esa brecha significa cubrir la demanda insatisfecha de agua, anticonceptivos, servicios de telecomunicaciones, energía, cuidado de menores, entre otros, que representan USD300,000 millones para el 2025. También implicaría mejorar las condiciones de los productos y servicios financieros dirigidos a mujeres, tomando en cuenta su mejor perfil de riesgo y todos los beneficios económicos (sociales y ambientales) abordados en este artículo, dándoles protagonismo dentro de la estrategia de las entidades financieras. 


2.3 Criterios ESG y ODS 

En un estudio integral del IFC (2018) se demostró que involucrar mujeres en puestos de liderazgo y en juntas directivas aumenta el compromiso social y mejora la calidad del desempeño ambiental, social y de la gobernanza (ESG) en las empresas. 

Adicionalmente, por la definición misma de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, como los ODS 5 (Igualdad de género) y 10 (Reducción de las Desigualdades), al contribuir al sostenimiento y crecimiento de negocios fundados o liderados por mujeres, que las emplean o su mercado objetivo sean estas, se está aportando directamente a estos dos ODS. De forma indirecta, se contribuye especialmente a los ODS 1 (Fin de la Pobreza), 2 (Hambre Cero), 3 (Salud y Bienestar), 4 (Educación de Calidad) y 8 (Trabajo decente y Crecimiento Económico), por los círculos virtuosos explicados en las secciones anteriores, donde la mujer juega un papel central en permitir y promover una mejor calidad de vida para su familia y su comunidad, priorizando el bienestar a través de la reinversión de sus ingresos. 

Por último, queremos introducir un retorno adicional que la inversión en y para mujeres proporciona, de forma directa e indirecta: el retorno ambiental. 



Retorno Ambiental 

Durante las últimas dos décadas, la atención mundial ha incrementado en dos de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo: el cambio climático y la desigualdad de género. El cambio climático es "la amenaza más sistémica para la humanidad" y "la desigualdad de género es el mayor desafío de derechos humanos del mundo" (UN SG, 2018 and 2020). 

Actualmente, el cambio climático trae consecuencias negativas a nivel mundial como sequías severas y temperaturas en aumento, que perjudican la producción de alimentos, exacerbando el problema del hambre en comunidades vulnerables y su acceso a agua potable, así como pérdida del hogar y de sus medios de subsistencia.  Millones de personas están en grave riesgo, especialmente las mujeres y las niñas, que son tradicionalmente las proveedoras de comida, agua y energía, pero cuentan con menos recursos para adaptarse a las condiciones cambiantes.

3.1 Nexo entre género y cambio climático 

Las mujeres se ven afectadas de manera desproporcionada por el cambio climático, en los países en desarrollo: (i) están sobrerrepresentadas en el sector informal y tienen una mayor responsabilidad en las actividades de subsistencia, lo que las deja más expuestas a los impactos relacionados con el clima; (ii) tienen menos acceso a financiamiento y educación, lo que aumenta su vulnerabilidad a los desastres naturales y restringe su capacidad para mitigar los efectos del cambio climático; y (iii) están más expuestas a la violencia de género, después de los eventos climáticos (Convergence, 2020).

La conciencia sobre el nexo entre género y cambio climático ha aumentado en la última década. Entre 2010 y 2014, los miembros del Comité de Asistencia para el Desarrollo de la OCDE aumentaron el apoyo oficial para el cambio climático dirigido a la igualdad de género a una tasa más rápida (16%) que su ayuda para el cambio climático en general (3%). Sin embargo, para tener éxito, estos esfuerzos deben incorporar un fuerte enfoque en el desarrollo sostenible y aprovechar el conocimiento, las habilidades y las redes de las mujeres para abordar el cambio climático


3.2 Las mujeres como factor clave para la mitigación del cambio climático

La evidencia de un estudio del CDC y de la Escuela de Negocios de Berkeley Haas (2012) muestra que las mujeres en posiciones de liderazgo tienen más probabilidades de mejorar la eficiencia energética, invertir en energías renovables y medir y reducir las emisiones de carbono. Por lo tanto, en adición a los ODS mencionados sobre el retorno social, la inversión con enfoque en mujeres tiene el potencial de contribuir ampliamente a los ODS 7 (Energía Asequible y no contaminante), 11 (Ciudades y Comunidades sostenibles), 12 (Producción y Consumo Responsables), 13 (Acción por el Clima) y ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres). 

Si no abordamos la igualdad de género y el clima de manera conjunta, el incremento de la temperatura media global puede deshacer los esfuerzos hechos hasta el momento en ambos temas. 


Conclusión

Quiero aportar: ¿Cómo empezar?

Es una realidad que en el mundo de inversión aún existen sesgos inconscientes que afectan la toma de decisiones. La tarea de los inversores de impacto y/o organizaciones de impacto social es ser conscientes de las acciones que profundizan las brechas de género y desarrollar estrategias para resolverlas. No solo cambiar el ecosistema de inversión, sino también contribuir a sociedades más inclusivas y con más oportunidades para todos. 

A lo largo del artículo, se ha hablado de todos los beneficios que trae consigo la inversión con enfoque en mujeres, tanto en negocios fundados o liderados por ellas, como aquellos que desarrollan productos y servicios especializados en sus necesidades y problemas. Sin embargo, para muchos inversionistas y organizaciones aún es retador integrar en su estrategia, misión y visión este enfoque de género. 

NESsT ha desarrollado su estrategia de inclusión de género basada en los siguientes pilares, que pueden ser aplicados en sus organizaciones para articular todos estos beneficios dentro de sus operaciones.

  1. EMPEZAR en casa, crear políticas internas que aseguren tener el enfoque de género y la participación de mujeres en todas las instancias de la organización.

  2. DESARROLLAR métricas cuantitativas y cualitativas que puedan ser fácilmente adoptadas por las empresas que deseen implementar un enfoque de género en su estrategia.

  3. ASEGURAR que la igualdad de género y la inclusión se evalúen y respalden tanto en las etapas de due dilligence como de inversión.

  4. UTILIZAR las métricas recopiladas para guiar a las empresas de su portafolio sobre formas de mejorar sus prácticas comerciales para apoyar la inclusión de género, el bienestar y cerrar las brechas para empleados y proveedores.

  5. AUMENTAR la representación de mujeres emprendedoras y empleadas en posiciones de liderazgo, reflejando la interseccionalidad de las comunidades donde opera su cartera.

  6. COMUNICAR a los inversores del fondo y otros stakeholders más importantes, los principales resultados de género de sus inversiones.

Desde AlphaMundi Group y la Fundación AlphaMundi se considera clave la colaboración entre instituciones del ecosistema, para compartir buenas prácticas y brindar mentoría o asistencia técnica para que las organizaciones puedan realizar esa transición. A continuación, encuentran enlaces a iniciativas y redes que promueven la inversión con enfoque de género para tener una guía inicial sobre cómo implementar este concepto en las prácticas de la organización e investigación sobre sus impactos positivos. (https://www.alphamundigroup.com/; https://www.alphamundifoundation.org/ )

1- 2X Challenge: convoca a los participantes del G7 y a otras DFI a colaborar para movilizar, de forma colectiva, USD 3,000 millones. https://www.es2xchallenge.org/ 

2- Gender Lens Initiative for Switzerland (GLIS): busca mejorar la contribución suiza al ODS 5 (Igualdad de género y empoderamiento de la mujer) a través de asociaciones público-privadas, investigación, desarrollo y promoción de productos, evaluaciones de modelos organizacionales, eventos de concientización y cobertura mediática.https://sfgeneva.org/what-we-do/work-groups/gender-lens-initiative-for-switzerland/ 

Autoras

Alejandra Ramirez - Portfolio Director Peru- NESsT

NESsT brinda apoyo financiero personalizado y acompañamiento técnico, a empresas social y ambientalmente responsables que tengan dentro de su modelo de negocio crear empleos dignos, colocaciones o generación de ingresos para comunidades vulnerables.

Angélica Giraldo - Analyst - AlphaMundi Group

AlphaMundi moviliza capital privado hacia pequeñas y medianas empresas con impacto para el cumplimiento de las Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como reducir la pobreza y preservar el medio ambiente en América Latina y África Subsahariana.

Referencias

Casos de estudio